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Yo ya sé que tú me quieres como amigo y que estás enamorada de otro y tú ya sabes que ambas cosas se me hacen insoportables. Aunque no lo creas en estas ocasiones soy un tío muy fuerte, llevo toda la vida entrenándome en eso de ser el mejor amigo de la que me gusta. Es increíble la capacidad que tengo de anular los sentimientos y jugar a amigo comprensivo con tal de tener a la que amo cerquita de mí. Pero en estos últimos meses he aprendido a quererme mas ¿sabes?, a respetar lo que siento, y estoy harto de rebajarme y de hacer el papel de tu confidente y de tu paño de lágrimas, porque no me interesa tres narices lo que me digas de él, solo quiero oír "te quiero a ti Jaime" y como eso no va a pasar y todavía estoy en eso de echarle huevos para olvidarme de ti para siempre, pues aquí me tienes, haciendo el gilipollas levantándome a las seis de la mañana. Y ahora si no te importa me voy a duchar.
Ay, los amores. Es un terreno difícil ¿verdad?
ResponderEliminarLo único que puedo decir es que no es bueno forzar la maquinaria, que el juego viene bien y mal a partes iguales.
Eso, y que te añado a la lista de blogs. Un besillo.
¿Y ella lo sabe?
ResponderEliminarPues, saberlo lo saben. Que quieran darse por enteradas es otro asunto.
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